La Ley de distribución es un principio fundamental en el ámbito de la economía que establece que los recursos disponibles deben ser distribuidos de manera equitativa y eficiente entre los miembros de una sociedad. Esta ley se basa en la idea de que todos los individuos tienen derecho a acceder a los bienes y servicios necesarios para satisfacer sus necesidades básicas, independientemente de su posición social o económica. Además, la Ley de distribución promueve la idea de que una distribución justa y equilibrada de los recursos puede contribuir al crecimiento y desarrollo sostenible de una comunidad en su conjunto. En resumen, la Ley de distribución busca garantizar una distribución justa y equitativa de los recursos para promover una sociedad más justa y próspera.