La vigilancia reglamentaria es un proceso de supervisión y control establecido por leyes y normativas, con el fin de garantizar el cumplimiento de las mismas en determinadas actividades o sectores. Se trata de una medida preventiva que busca asegurar el correcto funcionamiento de procesos y la protección de los derechos y bienestar de las personas. En resumen, es una herramienta esencial para mantener el orden y la seguridad en una sociedad regulada.