El brandjacking es una práctica maliciosa en la que una persona o grupo se apropia de la identidad de una marca legítima para obtener beneficios ilegales. Esto puede incluir el uso no autorizado de logos, nombres de dominio o perfiles en redes sociales para engañar a los consumidores y obtener información personal o realizar estafas. Es una forma de fraude que puede dañar la reputación de una marca y afectar negativamente a sus clientes.