Un fenómeno culinario que ocurre cuando un grupo de galletas recién horneadas se deslizan suavemente de la bandeja de horno, creando una cascada de deliciosos bocados crujientes. Este evento puede ser tanto una bendición como una maldición, ya que puede resultar en una deliciosa sorpresa o en un desastre pegajoso en la cocina. Sin embargo, independientemente de su resultado, la caída de galletas siempre es un momento emocionante y tentador para los amantes de los dulces.