Los canales de distribución cortos son una estrategia de comercialización que se caracteriza por la utilización de pocos intermediarios entre el fabricante y el consumidor final. Esto permite una mayor eficiencia en la entrega de productos y una comunicación directa entre ambas partes, lo que se traduce en una experiencia de compra más ágil y personalizada. Además, al reducir la cantidad de intermediarios, se pueden obtener precios más competitivos y una mayor control sobre la calidad de los productos. En resumen, los canales de distribución cortos son una opción ideal para aquellos que buscan una distribución eficiente y una conexión directa con sus clientes.