Los clientes secundarios son aquellos que, aunque no son la prioridad principal de una empresa, juegan un papel fundamental en su éxito. Son aquellos consumidores que, a través de su lealtad y recomendaciones, contribuyen al crecimiento y reputación de una marca. Aunque no sean el objetivo principal de la estrategia de marketing, su satisfacción y fidelidad son clave para mantener una base sólida de clientes y alcanzar el éxito a largo plazo. En resumen, los clientes secundarios son una pieza clave en el rompecabezas del éxito empresarial.