El coeficiente de utilización del suelo es una medida que determina la cantidad de espacio construido en relación al tamaño total de un terreno. Es una herramienta esencial en la planificación urbana, ya que permite optimizar el uso del suelo y garantizar un desarrollo sostenible de las ciudades. Este coeficiente refleja la eficiencia en la ocupación del espacio y su impacto en el entorno, promoviendo un equilibrio entre la densidad poblacional y la preservación del medio ambiente. En resumen, es una clave para lograr una ciudad más habitable y armoniosa.