Una dirección IP dedicada es un identificador único que se asigna a un dispositivo conectado a una red, permitiéndole comunicarse y ser identificado de manera exclusiva en internet. A diferencia de una dirección IP compartida, una dirección IP dedicada es reservada para un solo usuario o dispositivo, lo que garantiza una mayor seguridad y estabilidad en la conexión. Además, permite un mayor control y personalización en la gestión de la red, lo que la convierte en una opción ideal para empresas y usuarios que requieren un alto nivel de privacidad y rendimiento en su conexión a internet. En resumen, una dirección IP dedicada es como tener una dirección postal exclusiva para tu dispositivo en el mundo digital.