La capacidad de acceder y utilizar los recursos y principios éticos que guían nuestras acciones y decisiones, en cualquier momento y lugar. Se trata de tener a nuestra disposición los valores que nos definen como individuos y nos permiten actuar de manera coherente y responsable en todas las situaciones de la vida. La disponibilidad de valores es esencial para construir una sociedad justa y equilibrada, donde cada persona pueda vivir de acuerdo a sus creencias y convicciones más profundas. En resumen, es la posibilidad de contar con una brújula moral que nos oriente en nuestro camino hacia una vida plena y significativa.