Un distribuidor de valor añadido es un intermediario que no solo se encarga de la distribución de productos, sino que también agrega valor a los mismos a través de servicios y soluciones personalizadas. Estos distribuidores son expertos en entender las necesidades de sus clientes y ofrecerles una experiencia de compra única, brindando asesoramiento, soporte técnico, capacitación y otros servicios que enriquecen la calidad del producto. Son una pieza clave en la cadena de suministro, ya que su objetivo es maximizar la satisfacción del cliente y mejorar la competitividad de las empresas a las que representan. En resumen, un distribuidor de valor añadido es mucho más que un simple proveedor, es un aliado estratégico que aporta un valor extra a la relación entre fabricantes y consumidores.