El efecto de almacenamiento se refiere al impacto que tiene el acto de guardar objetos o información en un lugar específico, ya sea físico o digital, en nuestra capacidad de recordarlos y recuperarlos en el futuro. Este fenómeno puede ser influenciado por diversos factores, como la organización, la relevancia y la frecuencia de uso de los elementos almacenados, y puede tener tanto efectos positivos como negativos en nuestra memoria y productividad. En resumen, el efecto de almacenamiento es una fuerza poderosa que moldea nuestra relación con los objetos y la información que nos rodea.