Los gastos accesorios son aquellos costos adicionales que se generan en una actividad o transacción, y que no están directamente relacionados con el objetivo principal. Son como los pequeños detalles que complementan y enriquecen una experiencia, pero que no son esenciales para su realización. Estos gastos pueden incluir desde cargos por servicios adicionales hasta impuestos y comisiones, y suelen ser considerados como un factor importante a la hora de tomar decisiones financieras. En resumen, los gastos accesorios son como los condimentos de una receta, pueden mejorar el sabor final, pero no son imprescindibles para disfrutar del plato principal.