La gestión comunitaria es un proceso colaborativo y participativo en el que los miembros de una comunidad trabajan juntos para identificar, planificar y llevar a cabo acciones que mejoren su entorno y calidad de vida. A través de la gestión comunitaria, se promueve la toma de decisiones colectivas, la inclusión de todas las voces y la responsabilidad compartida en la resolución de problemas y la implementación de proyectos. Esta forma de gestión empodera a las comunidades y fomenta el desarrollo sostenible, fortaleciendo los lazos sociales y promoviendo un sentido de pertenencia y compromiso con el bienestar común. En resumen, la gestión comunitaria es el motor que impulsa el progreso y la cohesión en las comunidades, demostrando que juntos podemos lograr grandes cosas.