La higiene básica del correo electrónico se refiere a las prácticas esenciales que debemos tener en cuenta al utilizar esta herramienta de comunicación. Incluye desde la elección de una contraseña segura hasta la revisión y eliminación regular de correos no deseados. Al seguir estas medidas, no solo protegemos nuestra privacidad y seguridad, sino que también mantenemos nuestra bandeja de entrada organizada y eficiente. En resumen, es el conjunto de acciones que nos permiten mantener una comunicación electrónica saludable y libre de riesgos.