La intención de compra tras la prueba se refiere al deseo o inclinación de adquirir un producto después de haberlo probado previamente. Esta intención surge a partir de la experiencia directa con el producto, lo que genera confianza y convicción en su calidad y beneficios. Es un indicador clave en el proceso de decisión de compra, ya que demuestra el interés real del consumidor en adquirir el producto y su potencial como cliente fiel.