Una marca derivada es aquella que surge a partir de una marca ya existente, aprovechando su reconocimiento y prestigio para expandirse hacia nuevos productos o servicios. Esta estrategia de branding permite a una empresa diversificar su oferta y llegar a diferentes segmentos de mercado, manteniendo una conexión con su marca principal. Sin embargo, una marca derivada también debe ser capaz de destacar por sí misma y ofrecer una propuesta de valor única para lograr el éxito en un mercado cada vez más competitivo. En resumen, una marca derivada es una forma inteligente de ampliar el alcance de una marca consolidada y mantenerse relevante en la mente de los consumidores.