La política de alineación de precios es una estrategia empresarial que busca establecer una coherencia y equilibrio en los precios de los productos o servicios ofrecidos por una empresa, con el fin de mantener una competitividad sostenible en el mercado. Esta política implica una cuidadosa evaluación de los costos, la demanda y la competencia, con el objetivo de fijar precios justos y atractivos para los consumidores, al mismo tiempo que garantiza la rentabilidad y estabilidad financiera de la empresa. En resumen, es una herramienta esencial para lograr una gestión eficiente de los precios y mantener una posición sólida en el mercado.