Una práctica inhumana y cruel utilizada para obtener información o confesiones, en la que se somete a una persona a sufrimientos físicos y psicológicos extremos. Esta prueba, considerada como una violación a los derechos humanos, ha sido utilizada a lo largo de la historia como un método de control y opresión, dejando secuelas físicas y emocionales irreparables en sus víctimas. Afortunadamente, en la actualidad, está prohibida en la mayoría de los países y es considerada como un acto repudiable y despreciable.