La publicidad sin destinatario es una estrategia de marketing que busca llegar a un amplio público sin un destinatario específico en mente. A diferencia de la publicidad dirigida, que se enfoca en un grupo demográfico o segmento de mercado específico, la publicidad sin destinatario busca generar interés y atraer a cualquier persona que pueda estar expuesta a ella. Esta técnica se basa en la idea de que, al llegar a una audiencia más amplia, se aumentan las posibilidades de atraer a potenciales clientes y generar una mayor conciencia de marca. Sin embargo, también puede ser menos efectiva en términos de conversión, ya que no se dirige a un público específico con necesidades y deseos específicos.