La publicidad televisiva segmentada es una estrategia de marketing que consiste en dirigir anuncios específicos a audiencias específicas, utilizando datos demográficos, geográficos o de comportamiento para segmentar el público objetivo. Esta técnica permite a las marcas llegar de manera más efectiva a su audiencia deseada, maximizando el impacto y la relevancia de sus mensajes publicitarios. Al adaptar los anuncios a las características y preferencias de cada segmento de la audiencia, la publicidad televisiva segmentada logra una mayor conexión emocional y una mayor probabilidad de conversión, convirtiendo a los espectadores en clientes potenciales y aumentando el retorno de inversión de las marcas. En resumen, es una herramienta poderosa para llegar al corazón y la mente de los consumidores a través de la pantalla de televisión.