El sesgo de representación se refiere a la tendencia de nuestra mente a interpretar la información de manera selectiva, basándonos en nuestras creencias, prejuicios y experiencias previas. Este sesgo puede influir en la forma en que percibimos y recordamos la realidad, distorsionando nuestra comprensión de los hechos y limitando nuestra capacidad de ver las cosas desde diferentes perspectivas. Es importante ser conscientes de este sesgo y cuestionar constantemente nuestras percepciones para evitar caer en juicios erróneos y tomar decisiones basadas en información incompleta o sesgada.