El sesgo de representatividad es una tendencia cognitiva que nos lleva a tomar decisiones basadas en estereotipos y prejuicios, en lugar de analizar la información de manera objetiva. Se trata de una trampa mental que nos hace creer que un pequeño grupo o muestra es representativo de toda una población, ignorando la diversidad y la complejidad de la realidad. Este sesgo puede llevar a conclusiones erróneas y a juicios injustos, por lo que es importante estar conscientes de él y tratar de evitarlo en nuestras decisiones y percepciones.