La superficie comercial es un espacio físico destinado a la venta de productos o servicios, donde se lleva a cabo la interacción entre compradores y vendedores. Este lugar no solo se limita a la transacción comercial, sino que también es un escenario donde se crea una experiencia de compra única, a través de la exposición de productos, la atención al cliente y la ambientación del espacio. Es un lugar dinámico y estratégico que busca atraer y cautivar a los consumidores, convirtiéndose en un punto de encuentro entre la oferta y la demanda. En resumen, la superficie comercial es mucho más que un simple lugar de venta, es un escenario donde se fusionan la creatividad, el marketing y la satisfacción del cliente.