La vampirización publicitaria es una estrategia de marketing que consiste en absorber la atención del público de manera sutil y persistente, como lo haría un vampiro con su presa. Esta técnica utiliza tácticas persuasivas y seductoras para cautivar al consumidor y convertirlo en un fiel seguidor de la marca, alimentándose de su lealtad y generando un impacto duradero en su mente. Sin embargo, al igual que un vampiro, esta práctica puede ser peligrosa si se abusa de ella, ya que puede agotar y cansar al público objetivo.